Telefónica aumenta su cotización en bolsa

En la sesión este miércoles, las acciones de Telefónica que cotizan en la bolsa española repuntaron hasta un 7% por momentos. Al cierre el avance fue del 3,2%, hasta rondar los 3,7 euros el título. El mercado refleja la intención del Estado de comprar hasta un 10% de las acciones de la empresa anunciada este martes y convertirse en su principal accionista para contrarrestar la entrada de la saudí STC de hace unos meses.

El ejercicio ha sido irregular en el parquet para la empresa presidida por José María Álvarez-Pallete, con una revalorización de apenas el 3% en el acumulado del año antes de saltar la noticia de la compra por parte del Estado. La empresa registró su máximo anual en abril, cuando las acciones tocaron los 4,1 euros, cota que perdió en los meses siguientes, con los 3,5 euros como suelo.

Con la operación se asegura una demanda importante en bolsa, lo que revaloriza las acciones, y además se dota de confianza a los planes y núcleo accionarial de la empresa. “Muestra una confianza y seguridad en la empresa y su futuro plan estratégico”, según Manuel Pinto, analista de XTB. “Afianza junto con BBVA y CaixaBank la nacionalidad de los principales inversores de la compañía, mientras despeja de un plumazo las dudas sobre la posible compra del 10% de Saudi Telecom, que hubiera generado desconfianza sobre su independencia”, sigue.

La operación se encarece

Para ejecutar la operación el Gobierno ha tirado de la SEPI, su brazo armado para defender la política industrial, y asegurar de esta manera una presencia significativa dentro de Telefónica. Al anunciarse este martes se calculó que la operación supondría una inversión de unos 2.000 millones de euros, cifra que ya se ha encarecido con la revalorización de hoy. El Gobierno considera que es rentable para garantizar un núcleo español dentro de la compañía estratégica, después de la entrada de Saudi Telecom (STC) que sorprendió a todos.

La entrada del Gobierno a largo plazo puede general algo más de dudas sobre el valor de las acciones. “La intervención estatal y cambios en la estructura accionarial podrían generar inestabilidad en el precio de las acciones, afectando la rentabilidad de los inversores debido a la volatilidad del mercado. Además, la incertidumbre sobre la dirección estratégica de Telefónica, influenciada por el Gobierno, puede sembrar dudas sobre la rentabilidad a largo plazo de las inversiones”, expone en este sentido Franco Macchiavelli, responsable de análisis de Admirals España.

Con la operación en Telefónica, España se suma a la tendencia generalizada en Europa donde los Estados participan en las principales empresas de telecomunicaciones. Es el caso de Alemania, Francia e Italia dentro de la Unión Europea, y también de Suiza y Noruega fuera del club comunitario.

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