En un día en el que Wall Street abrió con ganancias, los principales índices bursátiles cerraron en verde y alcanzaron nuevos récords históricos. El Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq experimentaron un avance del 1%, el 0.8% y el 0.8%, respectivamente.
Esta tendencia alcista viene dada por múltiples factores, entre ellos el sólido informe sobre el gasto del consumidor y la inflación publicado por el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Pero sin duda, el destacado protagonista del día fue el deflactor del gasto en consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), el indicador preferido por la Reserva Federal (Fed) para medir la inflación.
Según el informe del Departamento de Comercio, el PCE aumentó un 2% en enero, superando las expectativas del mercado que apuntaban a un incremento del 1.8%. Este dato se une al buen desempeño de la inflación en los últimos meses, lo que sugiere que la economía estadounidense se encuentra en una fase de crecimiento sostenible y estable.
Además, el dato del PCE respalda la decisión de la Fed de mantener las tasas de interés en niveles históricamente bajos, lo que ha generado un clima de optimismo en el mercado bursátil.
La bolsa de Nueva York ha cerrado su cuarta subida mensual consecutiva impulsada por estos datos positivos y las expectativas de un buen desempeño económico en el futuro. En lo que va del año, el Dow Jones ha ganado un 1.2%, el S&P 500 un 3.9% y el Nasdaq un impresionante 8.5%.
El sector tecnológico fue uno de los principales impulsores en la jornada de hoy, con empresas como Apple, Amazon y Microsoft liderando las ganancias. Además, el sector de consumo también tuvo una sólida performance, con empresas como Coca-Cola y Procter & Gamble alcanzando máximos históricos.
Otro elemento clave que ha contribuido al buen desempeño de la bolsa de Nueva York ha sido la expectativa de un próximo acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. Tras meses de tensiones comerciales, ambas potencias parecen estar cerca de llegar a un acuerdo que ponga fin a la guerra arancelaria y beneficie a las dos economías más grandes del mundo.
En medio de estos factores positivos, los expertos apuntan a un panorama favorable para el mercado bursátil en el corto plazo. Sin embargo, también advierten que se deben seguir de cerca otros indicadores económicos y posibles eventos geopolíticos que puedan afectar la estabilidad de los mercados.
El precio del petróleo también ha registrado un aumento, con el Brent alcanzando los 64 dólares por barril y el West Texas Intermediate (WTI) situándose en los 60 dólares por barril. Esta subida del petróleo se debe a la expectativa de un aumento en la demanda global y a las tensiones geopolíticas en Oriente Medio.
Por otro lado, el dólar ha experimentado una caída en su valor frente a otras monedas, lo que ha generado preocupaciones en el mercado de divisas. La divisa estadounidense se ha depreciado en un 0.3% frente al euro y en un 0.1% frente al yen japonés.
Algunos analistas han señalado que esta tendencia a la depreciación del dólar puede ser consecuencia de la política monetaria de la Fed, que mantiene bajos los tipos de interés y ha aumentado la oferta de dólares en el mercado.
En resumen, Wall Street ha cerrado el mes de febrero con optimismo y buenas perspectivas para el futuro. El aumento del índice del deflactor PCE y la tendencia a la estabilidad en la inflación han generado un clima de confianza en el mercado bursátil, respaldando las subidas consecutivas en los principales índices bursátiles.
Sin embargo, los expertos advierten que se deben seguir de cerca otros indicadores económicos y posibles eventos geopolíticos que puedan afectar la estabilidad de los mercados en el futuro. Con la expectativa de un próximo acuerdo comercial entre Estados Unidos y China y un panorama económico favorable, queda por ver si esta tendencia alcista se mantendrá a lo largo del año.