
El español a 10 años encoge el corazón de las empresas más endeudadas del país. La semana pasada llegó a alcanzar el 3,80%, el nivel más alto desde 2014, y ve cada vez más cerca el 4%. Una posibilidad nada desdeñable que provocaría graves desajuste en un sector inmobiliario cercado por las malas noticias.
Por si no fuera poco con la bancarrota de Evergrande en Estados Unidos o la previsión de pérdidas de más de 7.600 millones de euros de la china Country Garden, ahora el rally de los bonos mete presión a las compañías del sector que tienen que buscar liquidez en el mercado o refinanciar su deuda. Y en este punto, las grandes cifras de las socimis españolas pasan factura en bolsa.
Si hace apenas un mes las socimis celebraban con subidas en bolsa la posibilidad del final del alza de tipos en Europa, ahora el escenario es distinto. Alrededor del 50% del mercado se decanta por la opción de que el Banco Central Europeo (BCE) pueda subir los tipos otros 25 puntos básicos en septiembre, tras situarlos en el 4,25% en la reunión de julio. ¿Cómo afrontan las grandes socimis españolas este escenario?
La deuda financiera neta de Merlin Properties alcanzaba al cierre del primer semestre del año los 3.935 millones de euros, por encima de los 3.792 millones del cierre de 2022. El ‘loan to value’ (LTV) salta hasta las puertas del 34%, mientras que el coste medio de la deuda se situaba en el 2,26%, claramente por encima del 1,98% a 31 de diciembre.
Además, la posición de liquidez del grupo bajaba en seis meses desde los 1.856 hasta los 1.034 millones de euros. En pleno rally de la deuda, Merlin acumula ya seis caídas consecutivas en el parqué (iguala sus peores series en el parqué del pasado mes de junio) y eleva la pérdida anual hasta casi el 7%, aunque de momento el valor el valor sigue bastante por encima de los mínimos del año. El gran reto de la compañía ahora es defender el soporte clave de los 8 euros por acción que perdió el pasado viernes,
Hasta el comienzo del repunte de las rentabilidades de la deuda, Merlin estaba muy estable en bolsa alrededor de los 8,50 euros, consolidando el rebote desde los mínimos de julio, cuando como ahora llegó a perder los 8 euros que pone en juego de nuevo ahora. Una situación similar a la de Colonial, a la que el rally de los bonos y la crisis de las inmobiliarias chinas devuelve a los niveles más bajos desde el primer tercio del mes de julio.
La deuda financiera neta del grupo al cierre del primer semestre era de 5.228 millones de euros, casi un 6% menos que cuando terminó 2022, y una liquidez total (caja más saldos disponibles) de 2.857%, un 19% más que un año antes. Incorporando las coberturas de los tipos de interés, el coste de la deuda se sitúa en el 1,69%, frente al 1,71% de diciembre del año pasado. La acción está perdiendo casi un 8% este año.
La situación bursátil de Merlin y Colonial nada tiene que ver con la de Lar España. La especialista en centro comerciales amasa una gran subida del 36% en bolsa en 2023, aunque tampoco puede sustraerse a la subidas de las rentabilidades en el mercado de bonos. El primer impacto es que ha perdido la cota clave de los 6 euros.
Muy poco más arriba están los máximos del año de un grupo cuya deuda neta se mantiene ligeramente por encima del 38% sobre la valoración de los activos. El vencimiento medio es de casi 4 años y está referenciada a un tipo fijo del 1,8%.