A apenas un par de días de finalizar el mes de agosto, los mensajes hawkish provistos tanto desde la Reserva Federal como desde el Banco Central Europeo han hecho saltar de nuevo las alarmas en las bolsas.

Hoy, los futuros apuntan a una continuidad en los descensos de más de un punto porcentual después de que el pasado viernes las caídas ya hicieran ceder el primer nivel de soporte de la bolsa europea.

Desde el punto de vista técnico, “las últimas caídas están sirviendo para corregir parte del último rebote que nació a mediados de julio y, en cuanto concluya esta corrección, todo apunta a que se podría asistir a otro segmento al alza, pero antes habrá que ver cuánto profundiza la caída”, explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.

“En este sentido, cabe señalar que con la pérdida de los 3.640 puntos en el EuroStoxx 50, se está delante de una clara señal de debilidad que plantea que podríamos estar ante una corrección más amplia en la que no descarto la posibilidad de que podamos asistir a una caída a los 3.515/3.530 puntos, antes de un contraataque alcista”, agrega el experto.

“Una caída a la zona de los 3.500 puntos encajaría con lo que podría ser el hombro derecho de un hipotético patrón de giro al alza en forma de cabeza y hombros invertido, pero todo a su debido tiempo, ya que de momento, a corto plazo cabe esperar caídas hasta el primer soporte marcado”, concluye.

Desplome en los bonos

Las duras declaraciones de Jerome Powell en Jackson Hole y de varios dirigentes del BCE en la última semana han provocado que el mercado se sensibilice hacia un periodo más duradero de tipos altos para combatir la inflación, lejos de algunas previsiones que ya marcaban en 2023 el inicio de la bajada de tipos.

Así, ya el pasado viernes las ventas de bonos se incrementaron y hoy los futuros apuntan a que seguirán cotizando con fuertes caídas que ya han llevado al T-Note a su punto más alto de rentabilidad desde junio. También el Bund alemán, al que se le exige ya un 1,4% de rendimiento.

El euro marca un nuevo mínimo

Uno de los muchos efectos que está teniendo la inflación en los mercados es que ha dado la oportunidad a la Reserva Federal de adelantarse todavía más en el ritmo de subidas de tipos, lo que a su vez ha provocado una fuerte apreciación en el dólar, cuyo valor ya ha superado al del euro. Hoy, la divisa europea sigue siendo penalizada y cotiza en nuevos mínimos de 2002, en el entorno de los 0,992 dólares.