La pandemia ha dejado en evidencia el analfabetismo tecnológico en materia de ciberseguridad que existe en la actualidad. Esto favorece que se realicen con éxito un gran número de ciberdelitos y ataques a través de internet. Empresas, profesionales, entidades gubernamentales y particulares son víctimas frecuentes.

Hoy es más rentable el cibercrimen que el propio narcotráfico. Esto se debe a que los ataques a través de internet se pueden automatizar, realizar muchísimo más rápido y de forma masiva. Sumado a que el activo más valioso que hoy existe, es la información.

Con los datos se puede aplicar phishing a sus objetivos y de esa forma, obtener acceso a sus cuentas bancarias o realizar diversas estafas. También se pueden armar diccionarios para aplicar fuerza bruta y de esa manera, adivinar sus contraseñas de correos electrónicos o redes sociales.

Además, los profesionales que manejan información confidencial de personas, como abogados, médicos, contadores… se convierten en un interesante objetivo. Cada uno de ellos tiene la responsabilidad de almacenar los datos de sus clientes de forma privada y segura. Imagina que pasaría si recibieran un ciberataque (un ransomware por ejemplo) y ser víctimas de un secuestro de información. Perderían reputación y tendrían consecuencias legales con sus clientes, dado que sus datos quedarían en manos de cibercriminales.

En la actualidad, nuestros padres nos enseñan ciertas reglas para mantenernos a salvo. Aprendemos a cruzar la calle y mirar hacia ambos lados por si viene un vehículo, a que no debemos hablar con desconocidos o inclusive, a no levantar cosas del suelo. Pero todo esto no nos lo enseñan a nivel ciberseguridad y el uso de internet. Nadie nos dice que no debemos hablar con desconocidos en redes sociales o plataformas. No nos enseñan los graves riesgos de descargar archivos de dudoso procedencia. No nos piden que observemos si la página web donde vamos a ingresar nuestros datos, cumple con las medidas de seguridad.

Este problema de desinformación que hasta la fecha, se encuentra incluso en las instituciones educativas (escuelas) es el reflejo de la problemática en la actualidad con la ciberseguridad, la cual debemos aplicarla entre todos y aprender más sobre ella con la realización de un curso de ciberseguridad online. De nada sirve tener sistemas como antivirus, firewall, IDS, IPS o cualquier software si es que nosotros, las personas, no estamos capacitadas para el uso básico de un dispositivo inteligente conectado a internet.

Al momento de conducir un vehículo, como medida de seguridad utilizamos un cinturón, pero además de ello debemos saber conducir. Cuando llega la hora de desplazarnos vamos a estar mirando para todos lados para evitar chocar con otro vehículo. Por supuesto, para poder conducir rendimos un examen donde nos enseñan las medidas de seguridad que debemos aplicar y aun así, estar listos si es que sufrimos un accidente. Es decir, no solo por usar un cinturón (antivirus) vamos a olvidar todo lo aprendido o vamos a conducir con los ojos cerrados.

Tomando el ejemplo de conducir, podemos sufrir un accidente a raíz de la irresponsabilidad o descuido de otro vehículo. Lo mismo sucede en la ciberseguridad: podemos ser víctimas de un ciberataque a raíz de un descuido de un familiar al utilizar el ordenador compartido por todos. A eso hace referencia que la seguridad la hacemos entre todos y es por ello que además de tomar medidas como un antivirus, debemos estar capacitados para el uso de la  tecnología.

Hoy en día, se ven tantas víctimas de ciberataques por diferentes razones, entre las cuales también existe la capacidad de difundir y comunicarnos de una forma más ágil gracias a internet. Tristemente, víctimas siempre existieron, solo que muchas veces inclusive por cuestiones de reputación de las empresas, no se hacían ni se hacen públicas.

En la actualidad, se necesita incorporar una serie de medidas que a nivel cultural proteja cada usuario, algunas medida deberían ser:

• Enseñar a nuestros hijos como cuidarnos en el momento de usar la tecnología.
• Es necesario que en las escuelas y todo nivel educativo, se incluyan materias de ciberseguridad para proteger a los menores.
• Realizar un curso de seguridad informática online.
• Diseñar planes de acción y capacitación integral para generar consciencia de los peligros que existen al momento de utilizar dispositivos inteligentes conectados a internet.
• Capacitar a los trabajadores de entidades públicas y privadas, sobre el manejo responsable de internet

Está claro que el proyecto para mitigar el gran volumen de ciberdelitos que hoy están sucediendo, no será de un día para el otro. Tomará años alcanzar un uso responsable, siempre y cuando se empiece cuanto antes a incorporar sobre todo, la capacitación sobre lo mencionado desde los primeros niveles educativos.

En el caso de las empresas, la mejor inversión que pueden realizar para evitar ser víctimas de los ciberdelincuentes es en la formación de su personal. Otra medida que pueden aplicar es la creación de áreas especializadas en materia de ciberseguridad para implementar políticas y software que protejan el activo más importante que tienen, que es la información.

Si bien la tecnología nos ha simplificado tareas, hasta nos ha brindado un gran poder para crear y hacer cosas, esto acarrea una gran responsabilidad donde la ciberseguridad, es un atributo de calidad y resguardo de la información.