.Los recortes del sector bancario, que se situaron en línea con los registrados por el sector en Europa, se convirtieron en el principal lastre para la Bolsa española. El Ibex 35 baja un 0,33% y vuelve a situarse por debajo de los 9.000 puntos, barrera que supera semana a semana pero que no termina de consolidar.
El resto de entidades también ha sufrido pérdidas cercanas al 2%. CaixaBank perdió un 2%, Sabadell, un 1,83% y BBVA, un 1,2%. Solo Bankinter que concluyó la jornada en tablas escapó a las ventas (0,06%).
Mientras la banca jugó el papel de farolillo rojo (CaixaBank perdió un 2%, Sabadell, un 1,83% y BBVA, un 1,2%) las energéticas dejaron atrás la incertidumbre regulatoria del último mes y con la ayuda de los resultados de Red Eléctrica e Iberdrola actuaron como soporte. Fue precisamente el gestor de infraestructuras eléctrico la cotizada más alcistas (2,35%), seguido por Endesa (2%), Enagás (1,77%) e Iberdrola (1,66%).
Las ventas fueron la corriente imperante en el resto de Bolsas europeas. Al igual que el selectivo español, el Dax alemán y el FTSE británico cedieron un 0,33%; el Cac francés, un 0,19% y el Mib italiano, un 0,61%. Después de varias sesiones en la que los índices estadounidenses han retomado la tendencia de revalidar los máximos con la ayuda de los resultados, hicieron un alto en el camino. Al cierre de los mercados europeos el Dow Jones cedía, un 0,2% mientras el Nasdaq avanzaba un 0,53%.
“Como venimos señalando desde el comienzo de la temporada de publicación de resultados trimestrales, tan o más importante que las cifras que den a conocer las cotizadas es lo que digan sus gestores sobre el devenir de sus negocios en el corto/medio plazo, sobre todo teniendo en cuenta el desafiante escenario macro al que se enfrentan las empresas”, explica Juan José Fernández Figares, director de Link Securities.
En la jornada previa a la reunión de política monetaria del BCE, la deuda optó por dejar a un lado las presiones inflacionistas y pusieron freno a los ascensos. El bono español concluyó en el 0,47% mientras el alemán al mismo plazo cerró en el -0,178%. La cita de este jueves es vista por los inversores como una amenaza para la resistencia mostrada por el euro en las últimas sesiones. La divisa europea se cambiaba a 1,16 dólares y desde ING señalan que la intención de Christine Lagarde de evitar dar detalles sobre el tapering puede inducir cierta debilidad del euro porque algunas de las apuestas agresivas se reducen parcialmente.
Por otro lado, el precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se situaba en un precio de 84 dólares, con un descenso del 0,98%, mientras que el Texas se colocaba en los 83 dólares, tras caer un 1,17%.