Pablo Hernández de Cos, el gobernador del Banco de España, se ha mostrado en el Congreso a favor de las reformas estructurales realizadas por la banca, con el objetivo de mejorar la rentabilidad y la solvencia del sector.
“El ajuste, desde la perspectiva del supervisor, es necesario para la mejora de la rentabilidad del sector bancario y para que sea más solvente”, ha señalado el gobernador en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital de la Cámara Baja, ante la que ha presentado su ‘Informe Anual 2020’.
Como ejemplo, Hernández de Cos ha señalado que en el caso español, a pesar de la reducción de sucursales en los últimos años, el número por 100.000 habitantes duplica la media europea.
En este sentido, ha señalado que, en un entorno muy competitivo para la banca ante el avance de la digitalización, provoca que la presencia física de las sucursales no sea una “buena medida” en cuanto a competencia. “Podemos encontrar bancos muy pequeños que pueden competir en precios o servicios con otras más grandes”, ha señalado.
Hernández de Cos ha señalado que uno de los principales problemas para la estabilidad financiera del sector bancario es la baja rentabilidad, que se ha profundizado con la crisis, aunque ha asegurado que esta crisis, con un sector bancario como el de 2007, hubiese sido “un desastre”. En este sentido, ha explicado que la rentabilidad bancaria es baja porque es más reducida que el coste del capital.
Además, en su opinión, las fusiones bancarias solo tienen en el contexto actual justificación sobre la base de que puedan facilitar la mejora de la rentabilidad. También ha señalado que, desde el punto de vista del supervisor, “siempre es más difícil supervisar una entidad más grande”.
En el caso de que se produzca, el gobernador pide que se concrete y se materialicen las posibles sinergias, porque de lo contrario se generaría “un banco más grande, igual de poco rentable y más difícil de supervisar”.
Respecto a las remuneraciones de directivos, Hernández de Cos ha señalado que en la gestión de la última crisis financiera se determinó que el Banco de España pudiera limitar la remuneración variable en caso de que pudiera anticipar un problema de capital.
Sin embargo, ha justificado haber hecho una “recomendación genérica” a todas las entidades de “prudencia extrema” al repartir sus dividendos y en sus pagos variables porque para llegar a limitarlo deben “ir caso por caso justificándolo sobre la base de ese argumento de solvencia”.
De Cos ha afirmado asimismo que “En un momento de crisis eso hubiera sido muy negativo, porque sería haber identificado a entidades individuales, que es lo que un supervisor no debe hacer”.