Ibercaja ha entrevistado a varios asesores ante una posible oferta pública de acciones, para cumplir con el requisito legal que busca proteger la solvencia de las antiguas cajas de ahorro.

La cotización podría valorar a Ibercaja en aproximadamente 1.300 millones de euros (1.480 millones de dólares), según una valoración de Unicaja.

Las leyes en España exigen a las antiguas cajas de ahorros, como Ibercaja, salir a bolsa o recaudar fondos con el objetivo de reducir las participaciones de las fundaciones, que apoyan a la comunidad local y financian proyectos de desarrollo.

Esta normativa está en línea con las condiciones del rescate de la Unión Europea para los bancos españoles después de la crisis financiera.

Ibercaja, que tenía activos por 52.600 millones de euros al cierre del mes de junio, ha optado por la salida a bolsa y tiene hasta el año 2020 para hacerlo.

En marzo de este año, el presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre, dijo en una presentación sobre la estrategia del banco para 2018-2020 que el plan era hacerlo en el 2020.

Por su parte, una portavoz de Ibercaja ha señalado que el banco no está trabajando, en estos momentos, en ningún plan al respecto.

La entidad financiera está controlada por sus principales accionistas: Fundación Ibercaja, con un 87,8 por ciento; Fundación CAI, con un 4,85 por ciento; Fundación Caja Badajoz, con un 3,9 por ciento y Fundación Caja Círculo de Burgos, con un 3,45 por ciento.

Unicaja, el principal competidor de Ibercaja, salió a bolsa en junio de 2017, cuando sus acciones subieron hasta un 9 por ciento desde el precio de la oferta pública de 1,10 euros por acción. De acuerdo a unos datos publicados por Refinitiv, Ibercaja podría tener una capitalización bursátil de 1.300 millones de euros en función de su valor contable de 2.900 millones de euros el 30 de junio y la relación cotización/valor contable de Unicaja de alrededor de 0,45 veces.