JP Morgan ha recomendado comprar deuda española, destacando que el interés del bono a 10 años ha bajado del 1,45% al 1,41%, y que la solidez económica compensa el miedo a la exposición a la crisis turca.

La entidad financiera estadounidense considera que es muy interesante aprovechar los efectos que está originando la crisis de Turquía para comprar deuda española y francesa.

En la jornada del pasado lunes el nerviosismo llevó al bono español hasta el 1,51%, su nivel más alto desde el mes de mayo, cuando Pedro Sánchez presentó la moción de censura que terminó con la salida de Mariano Rajoy de la Moncloa. El bono marcó su máximo en 1,62%. El mínimo del año lo registró en marzo en el 1,16%.

Los analistas han explicado que la caída sufrida por la lira turca en agosto, que rozó el 30% y el 45% en lo que va de año, ha traído como consecuencia que los inversores evitaran la deuda de la periferia europea.

Además de comprar en deuda española, los inversores han entrado en los bonos de Portugal, cuya rentabilidad ha bajado desde el 1,84% al 1,82%, y a los de Italia, que han cedido del 3,09% al 3,04%, mientras que los considerados como un refugio, como el de Alemania, han caído.

De fondo subyace la preocupación porque los bancos puedan estar expuestos a los activos turcos. Sin embargo, los especialistas de JP Morgan han señalado que los inversores pueden hacer bien en comprar en cualquier caída en la deuda francesa y española, debido a que los fundamentos económicos de Europa son bastante sólidos.

Las entidades bancarias de Francia y España están más expuestas, pero las instituciones europeas, por lo general, cubren la depreciación de la moneda, lo que significa que la exposición neta va a ser menor. La exposición de la banca española a Turquía representa sólo cerca del 2% de los activos totales.