La Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) han afirmado que el sector bancario goza de una posición de liquidez “confortable”, y que las entidades han disfrutado de una “rentabilidad continua” durante los últimos trimestres – con la excepción de Banco Popular -, tras completar la novena revisión posterior al rescate a la banca española, que tuvo lugar los pasados días 9 y 10 de abril.
Bruselas y Fráncfort destacan que los colchones de capital constituidos por las entidades han favorecido el descenso del nivel de préstamos fallidos en España hasta una cota próxima a la media europea, así como que los bancos “han mejorado sus modelos de negocio y aumentado la provisión de préstamos”.
En lo que se refiere a Bankia, la Comisión subrayó que “completar” su privatización, tras la fusión con BMN, “reforzará aún más el sector bancario español”, una situación a lo que también favorecería avanzar en los planes de desinversión de las fundaciones bancarias en las cajas de ahorros.
Sin embargo, destacan que la Sareb (la sociedad encargada de dar salida a los activos inmobiliarios de la banca rescatada y más conocida como el “banco malo”) registró “de nuevo” resultados negativos, por lo que pide “una acción más comprometida en la gestión de Sareb”.
En cuanto a la evaluación de la situación económica en general las instituciones señalan que “la economía española continúa gozando de un crecimiento robusto y su reequilibrio ha progresado, pero los altos niveles de deuda privada y pública y el paro aún representan vulnerabilidades”.
La revisión confirma el diagnóstico emitido por el Ejecutivo comunitario en sus previsiones económicas de febrero y las instituciones vuelven a llamar a España a “aprovechar” el entorno favorable para “proseguir la consolidación fiscal”, con vistas a conseguir una “reducción decisiva” de la deuda y “reconstruir los colchones fiscales” que le permitan afrontar condiciones adversas.
Bruselas y el BCE piden “esfuerzos políticos” para conseguir un crecimiento duradero y mejorar la productividad, incluyendo medidas para seguir reduciendo el paro, hacer el mercado laboral “más inclusivo”, mejorar el entorno empresarial y promover la innovación.
Los socios de la zona del euro concedieron a España en julio de 2012 el programa de asistencia financiera de hasta 100.000 millones de euros, del que finalmente utilizó 41.333 millones, de los que aún debe devolver 26.700 millones