Banco Popular cerró 2016 con 303.251 accionistas, 33.137 más que al cierre de 2015, lo que supone una subida del 12%.

La cifra se mantiene muy estable respecto a los 303.276 que tenía el banco al cierre del tercer trimestre del pasado año.

El grueso de estos nuevos accionistas se incorporaron al capital de Popular en la ampliación de capital de 2.500 millones de euros cerrada por el grupo en junio del año pasado con una sobredemanda del 35,75%. Los accionistas suscribieron 1.999 millones de acciones nuevas en la operación. El año pasado, el número de títulos en circulación de Popular se disparó un 94%.

La entidad ha resaltado que entre los grandes objetivos del que a partir del próximo 20 de febrero será nuevo presidente de Popular, Emilio Saracho, está la recuperación de la confianza de los accionistas del banco, que no han dejado de acumular pérdidas en los últimos años y que vieron como la cotización del banco se desplomaba un 66% el año pasado desde los 2,73 hasta los 0,91 euros por acción.

Una pérdida histórica que ha reducido el valor de mercado de grupo hasta los 3.953 millones de euros. La cifra está muy lejos de los 8.739 millones de euros que capitalizaba Banco Popular al cierre del ejercicio 2014. Actualmente, Popular es el último banco del Ibex 35 por valor en Bolsa, muy lejos de los 6.783 millones de euros de Bankinter.

El pasado viernes, Banco Popular anunció unas pérdidas superiores a las previstas, hasta 3.485 millones de euros, tras destinar íntegramente el beneficio de 2016 a saneamientos, que en total ascendieron a 5.700 millones.

La reestructuración de la cartera ALCO (compuesta por deuda pública) ha costado 107 millones con los que cubrir pérdidas. Se le suma el plan de ajuste, que ha alcanzado 370 millones, los 229 millones correspondientes a las provisiones por las cláusulas suelo y el descenso en la rentabilidad de Targobank y el deterioro en su fondo de comercio, que han tenido un impacto de 240 millones.