S&P ha revisado al alza la nota del Banco Portugués de Inversiones (BPI), después de que CaixaBank incrementara su participación en el mismo hasta el 84,5%. 

Sin embargo, la deuda emitida por el BPI se mantiene dentro del grado especulativo o ‘bono basura’.

La agencia de calificación ha indicado en una nota que el rating de BPI ha pasado de ‘BB-‘ a ‘BB+’ con perspectiva ‘estable’, pues considera que CaixaBank apoyará “financieramente” al banco portugués en caso de que sea necesario.

S&P ha asegurado que después de la OPA del pasado 8 de febrero, la entidad financiera portuguesa se ha convertido en un activo “importante” en la estrategia a largo plazo de CaixaBank.

Además, S&P considera que luego de la OPA, el BPI va a mejorar su eficiencia operativa y va a explorar oportunidades de venta cruzada a través del fortalecimiento de sus negocios de gestión de activos.

Sin embargo, la nota del BPI está “limitada” por la calificación ‘BB+’ de la deuda soberana de Portugal, por lo que S&P ha señalado que “esto refleja nuestra visión de que es poco probable que CaixaBank respalde lo suficiente a BPI en el caso de un ‘default’ de Portugal”.

La semana pasada, CaixaBank adquirió 568 millones de acciones de BPI, representativas de un 39% de su capital social, por un valor de 644,5 millones de euros, elevando su participación hasta el 84,5%.

El consejo de administración del BPI prevé proponer en la próxima junta de accionistas que se nombre como nuevo consejero delegado al director general de CaixaBank para el proyecto de BPI, Pablo Forero, y pasará al actual consejero delegado del banco portugués, Fernando Ulrich, a la presidencia de la entidad.