Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), no prevé crecimiento en Latinoamérica en 2016.
Gurría considera que “se vuelve muy difícil” que la economía latinoamericana en su conjunto pueda salir de la crisis actual y crecer en 2016, sobre todo por la mala situación de Brasil.
Asimismo, Gurría ha subrayado que el peso específico que tiene Brasil en Latinoamérica dificulta que el Producto Interior Bruto (PIB) de la región pase a positivo en 2016, sobre todo porque el crecimiento en otros de los grandes países también será débil.
Reaccionaba así a las nuevas previsiones publicadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que auguran un descenso del 0,3% del PIB este ejercicio por la profunda recesión de Brasil (-3,5%).
La OCDE, en una síntesis de varios estudios pasados sobre Latinoamérica, que no incluye todavía datos actualizados, todavía auguraba que la región tendría en 2016 una “expansión modesta” tras la “ligera contracción” de 2015.
Gurría ha señalado que los grandes productores petroleros se están viendo muy afectados por el hundimiento del precio del barril, aunque ha remarcado las diferencias que hay entre ellos, y en particular se refirió a su país, México, que se muestra más resistente por las reformas que se han tomado en los últimos años.
“Lo más importante (para México) es que tienen una locomotora” en forma de decisiones adoptadas en materia de educación, innovación, investigación y desarrollo, impuestos o flexibilidad de los mercados de trabajo y de productos, argumentó.