El Tesoro Público ha conseguido colocar este jueves 1.390 millones de euros en bonos a diez años, en este caso vinculados a la inflación.

El interés medio del 0,859%, muy por debajo del 1,459% de julio.

El calendario previsto por el Tesoro Público otorgaba esta semana una tregua en el ritmo de emisiones de deuda, antes de la doble cita programada para la próxima semana, de letras el día 18 y de bonos dos jornadas después.

Pero el Tesoro Público ha decidido aprovechar esta tregua para lanzar una subasta extraordinaria, con el objetivo de dotar de mayor liquidez a los bonos a diez años ligados a la inflación que inauguró el pasado mes de mayo.

La emisión inaugural de estos bonos disparó la demanda por encima de los 20.000 millones de euros. El importe final adjudicado se limitó a 5.000 millones. Apenas dos meses después, en julio, colocó otros 1.000 millones en estos mismos títulos.

La emisión de este jueves ha desinflado los costes de emisión de estos ‘nuevos’ bonos. En mayo pagó un 1,835%, muy por encima del 1,459% registrado en julio, incluso el interés medio ha bajado incluso del 1%, hasta situarse en el 0,859%.

El importe adjudicado ha alcanzado los 1.390 millones de euros, por encima de los 1.000 millones colocados en julio, aunque lejos de los 5.000 millones inaugurales. La drástica rebaja en los intereses ha ido acompañada de un freno en la demanda. Las peticiones han sumado 2.870 millones de euros, 2,1 veces el importe emitido. La ratio de cobertura en julio se elevó a 3,7 veces.

Los títulos tienen vencimiento el 30 de noviembre de 2024 y están indexados a la inflación europea, en concreto, al Índice de Precios al Consumo armonizado ex-tabaco, publicado mensualmente por Eurostat.

Los bonos indexados a la inflación pagan cupones al comienzo menores, pero que aumentan al incrementarse el principal en cada periodo de devengo, para compensar la inflación. En cambio, los bonos nominales pagan cupones fijos como un porcentaje del principal invertido.