La morosidad de los créditos prestados por la banca española ha alcanzado el 13,25% en el pasado agosto, según datos provisionales publicados este viernes por el Banco de España.

El dato incluye el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito.

La cifra total de créditos dudosos ha descendido ligeramente hasta los 184.308 millones de euros y se mantiene en su nivel más bajo desde agosto de 2013. Sin embargo, la reducción del saldo global del crédito un 0,9% respecto a julio arroja un incremento en la tasa de morosidad de alrededor una décima.

Sin incluir los cambios metodológicos, la ratio de morosidad se situaría en el 13,49% y también se incrementaría ligeramente respecto al mes anterior, puesto que el saldo de crédito pasaría de 1,391 billones a 1,365 billones sin dichos cambios.

La morosidad bajó en diciembre de 2012 y febrero de 2013, como consecuencia del traspaso de activos ‘tóxicos’ a la Sociedad gestora de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb), inicialmente desde Bankia, NCG Banco, y Catalunya Caixa, y después por el denominado grupo 2 (Ceiss, BMN y Caja 3).