El Banco Espírito Santo ha suspendido su cotización en la bolsa portuguesa tras desplomarse un 17% a la espera de un comunicado oficial por parte de la entidad. El Banco Espírito Santo ha suspendido su cotización en la bolsa portuguesa tras desplomarse un 17% a la espera de un comunicado oficial por parte de la entidad.

Las acciones de BES acumulan un desplome superior al 50% desde finales de mayo después de que las acciones de su principal accionista, Espirito Santo Financial Group (ESFG), que controla un 25,1% del banco, fueran suspendidas también horas antes, cuando bajaban más de un 8%.

La propia ESFG ha solicitado la suspensión de sus acciones y bonos cotizados “debido a las actuales dificultades materiales” de su accionista de referencia, Espírito Santo International (ESI), y su exposición a esta compañía.

Las advertencias lanzadas por Moody’s favorecen una nueva desbandada inversora. La agencia de calificación crediticia ha reforzado las alertas al rebajar a niveles prácticamente de insolvencia, hasta ‘Caa2’, el ráting de Espirito Santo Financial Group (ESFG).

La agencia asegura que “los problemas financieros han sido el catalizador del debilitamiento de la solvencia de ESFG en los últimos meses”.

Las desinversiones cobran fuerza en la Bolsa de Lisboa. En su caída el índice PSI 20 llega a superar hoy el 4%, a un paso de bajar del nivel de los 6.000 puntos.  Además, las alertas sobre la salud financiera de Espirito Santo alcanzan de lleno a la deuda pública de Portugal. El interés exigido a su bono a diez años amplía sus subidas por encima incluso del umbral del 4%. La prima de riesgo roza por momentos los 280 puntos básicos.