El banco de Japón (BOJ) ha mejorado por séptimo mes consecutivo la evaluación de la economía del país, que comienza una recuperación de forma moderada teniendo como reto acabar con 15 años de deflación.

Tras una reunión de política monetaria iniciada la víspera, la junta de nueve miembros del emisor nipón decidió hoy por unanimidad mantener el programa de flexibilización iniciado el pasado mes de abril bajo la tutela del nuevo gobernador, Harukiko Kuroda, y encaminado a lograr una inflación del 2 % en 2 años.

El programa de medidas del BOJ ha tenido respuestas positivas desde su implantación como en el índice de precios de consumo nipón que ha pasado de retroceder a quedarse plano, junto con otros indicadores colman un cierto optimismo para llegar a obtener una inflación sostenida. Estas buenas señales, que reflejan la economía japonesa, tendrán su reflejo en la bolsa de Tokio.

A dos años para el año fiscal 2015, el banco central japonés estima que sus precios se sitúen en torno al 1,9 % interanual, cerca del objetivo del 2 %, mientras que espera que este año 2013 se sitúe en el 0,6 %. Para el actual año fiscal prevé crecer hasta el 2,8% interanual, una décima menos que en la anterior previsión y que el producto interior bruto real del país se expanda hasta el 1,5 por ciento para 2015, también una décima menos que hace tres meses.

“Se espera que la economía de Japón se recupere moderadamente sustentada por la solidez de la demanda doméstica y la mejora de las economías extranjeras”, afirmó en el comunicado.

A pesar del optimismo aparente, los analistas tokiotas reaccionaron con tibieza al resultado de la reunión del BOJ, mientras esperan que el organismo anuncie medidas adicionales que complementen el ya de por sí extenso programa de estímulo. En este sentido, no se descarta que se produzcan sorpresas a partir de otoño, dependiendo del comportamiento de la inflación y del estado de las finanzas de la tercera economía mundial.